Esta semana fui a Girona y disfruté como una enana. Mi paseo comenzó cuando crucé el puente de hierro y me dirigí a la Catedral. La divisaba a lo lejos y como tengo mucho sentido de la orientación llegué en un instante. Lo malo es que llevaba tacones y como el suelo era de royos, aluciné porque me libré de un esguince de milagro. Más emocionante por eso. Subí la cuesta de San Feliu y llegué a la Catedral. Cuesta 4 euros pero te dan el audioguía y va superbien porque seleccionas una parte de la Catedral tocas la tecla Play y escuchas una breve y otras veces extensa explicación de esa parte y vas paseando dentro de la Catedral, en el claustro y en el tesoro capitular y con tu audioguía te enteras de todo. Los domingos, la visita es gratuita.Al salir, fui a un parque que está detrás. Bajé por el barrio judío y llegué al ayuntamiento. Más tarde fui de shopping por la calle Santa Clara y llegué al Puente de Piedra y entré en el punto de Información de Turismo y cogí mapas de calles, mapas de sitios de interés turístico, folletos de turismo rural, restaurantes... Fui al museo del cinema que no cierra por la mediodía y entré en Caprabo. Fui a casa de mi prima y comí con ella. Por la tarde me vine con los piés machacados pero contenta.
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